Un día de reflexión: dolor e indignación ante las palabras de la directora Maluendres
24 de marzo – Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia
Hoy en nuestro país se conmemoran 41 años del golpe cívico militar que azotó a una sociedad entera, instaurando un plan siniestro de violencia física, represión ideológica y hundimiento económico; y que dejó como principales consecuencias, la desaparición de 30.000 personas y a una nación devastada desde los aspectos más sensibles: la educación, la salud, la economía, la seguridad, el deporte, entre otros.
En una jornada como la de hoy, nos encontramos con la más triste, agraviante y dolorosa comparación por parte de la Directora de la Escuela Especial 515 de Gonnet, Sonia Maluendres, quien de manera maliciosa y con absoluta falta de sentido social y de respeto por la fecha que se recuerda, equiparó la etapa más dolorosa de nuestra historia argentina, con el conflicto que mantiene nuestra Institución y el establecimiento educativo que ella dirige.
Cada día que pasa se descubre una nueva página acerca de este conflicto que aún no tiene por delante una solución definida. Nosotros actuamos con mucho cuidado y responsabilidad civil para no entrometer a “los chicos” (alumnos de la escuela, integrantes del Club y vecinos en general) en los problemas de “los grandes”.
Maluendres en cambio, cuando vio que esta situación comenzaba a desnudar importantes desmanejos, posibles estafas, casos de corrupción y negociados contra los chicos en el establecimiento que ella dirige, optó, con una sorprendente habilidad política, por desinformar a los padres de los alumnos, fomentar una fuerte y agraviante campaña mediática de desprestigio hacia el Club que hace más de 30 años contiene socialmente a los vecinos de Gonnet y lo peor, optó por exponer a los chicos disminuidos visuales como “primera línea de batalla” (y nos duelen estas palabras), en un conflicto que ni por asomo busca perjudicar a la comunidad educativa, sino favorecerla.
Ante esa situación, nuestra Institución se retrajo. Absorbió en silencio esa terrible enfermedad que es la condena social anticipada. Y por ninguna razón fue una opción exponer a ni un solo niño para contrarrestar una embestida plagada de malas intenciones, como la que lanzó la Directora.
Pero hoy se pasó una línea. Hoy, esa prudencia se transformó en dolor e injusticia y por respeto a quienes dieron su vida para mantener la democracia en Argentina, decidimos no quedarnos callados.
Entre nosotros hay nietos e hijos de desaparecidos. Somos hijos que estudiamos en la escuela pública y por eso la defendemos. Somos vecinos y amigos de quienes llevan a sus hijos a la Escuela 515 y eso también nos desgarra por dentro. Sabemos lo que han sufrido y sufren y sabemos del esfuerzo que en sus vidas han hecho para conseguir la felicidad de lo que uno más siente en la vida, que son sus hijos. Y nos hace muy mal estar en esta situación, de la que no podemos salir sin antes aclarar las cosas.
En la vida hay un límite. Una línea que Maluendres hoy traspasó sin medir consecuencias y con lo que pretende dar un paso más en ese desprestigio ante la comunidad, sin importarle nada, como lo viene haciendo desde el primer día en el que se dio cuenta que este convenio no es como el de los médicos, los carteles u otros; fáciles de esconder…”total contra una escuela de ciegos nadie puede” (palabras de ella).
Nosotros no cambiamos. No vamos a sacar a los chicos a la calle, ni a convocar a los sindicatos que están peleando por otras reivindicaciones. Ni vamos a lanzar campañas por whattsap diciendo barbaridades. Y mucho menos vamos a poner a la misma altura este conflicto con la última dictadura militar.
Vamos a seguir trabajando en silencio. Respondiendo en los medios que nos agreden o publican información parcial; por las vías legales, sin desprestigiar a nadie sin sentido, del lado de los padres y a la espera de que las irregularidades salgan a la luz para que las autoridades resuelvan esta situación priorizando el bien común.
Hoy es un día triste para todos. Pero esta situación, sumó una lágrima más que para nada podíamos dejar pasar. El tiempo dejará expuestas las razones y nosotros nos encargaremos de demostrarle a la sociedad que se ha actuado con mucha mala fe y con una gran irresponsabilidad. Aspectos lamentables, que jamás deberían estar asociados a una directora de escuela.
