Nuestro Club cumple 39 años y como en cada aniversario nos tomamos un momento para hacer un balance de la realidad que estamos transitando.
En esta oportunidad, la reactivación presencial de las actividades después de la pandemia nos confirmó lo importante que fue haber mantenido una comunicación fluida con los chicos durante todo este tiempo. Y no sólo por el éxito deportivo de todas las categorías, sino sobretodo, por la unidad de cada grupo, la excelente relación entre los chicos y las ganas de jugar que demuestran cada fin de semana.
Otro aspecto positivo que encontramos es el respaldo de los socios, no sólo económico a partir del pago de las cuotas sociales, sino además, el respaldo a cada una de las decisiones que se toman en función de hacerle bien al Club.
Por supuesto que hay cosas por mejorar. El crecimiento abrupto del Club a veces dificulta poder cumplir con todas las demandas. Y muchas veces algunas ideas y propuestas de la gente no se pueden ejecutar inmediatamente. Sin embargo, absolutamente todos, tienen que tener la tranquilidad de que se valora muchísimo cada aporte y mucho más la participación activa de cada uno en las acciones que se desarrollan.
Seguimos cumpliendo sueños y seguimos soñando nuevas aventuras. El Club está lejos de alcanzar su techo y eso es gracias al empuje de su gente.
Sigamos por este camino que esto recién está empezando.
